Con ello aprenderás que otras cosas que en realidad eran, como decimos en mi pueblo "menudencias" pasen al plano secundario para centrarte en lo realmente importante, lo que se te escapa de las manos: eso que inevitablemente te deja deshecho.
Pero tú lo sabías, ¿Verdad? y te reafirmabas... sí, consiguiendo así sentirte bien por el hecho de creer que llevabas más razón que un santo y que me perdonen las santidades... no por ser realmente consciente de lo que eso iba a acarrear.
Y ahora te sientes perdido, te has puesto el escudo anti-lo que pueda pasar y dejas de pensar para no asumir, para no llorar.
Aquí tienes. Tal y como esperabas.
Aprende a asumirlo; quizás sea tu nueva realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario