viernes, 30 de septiembre de 2011

Cal y arena

Mi peor defecto se ve apoyado o relacionado con la mejor de mis virtudes; y es que aunque debo seguir en el esfuerzo diario de controlar mi genio, que me lleva a exageradas preocupaciones y desaires por las cosas que no salen bien, también sé que en un minuto puede cambiar todo de repente, dibujándose una gran sonrisa en mi cara (de esas que me impiden ver de cómo se me entornan los ojos, y que casi siempre van acompañadas de un gritito un tanto infantil...)
porque ha llegado una noticia, una palabra o una señal que se hace hueco en tu corazón; que tiene el poder de brindarte lo que la rabia no te dejaba ver, trayéndote de nuevo su calor...
Sí, me siento orgullosa de que me hagan feliz las cosas pequeñas.

¡Así que vámonos a Madrid!

viernes, 9 de septiembre de 2011

Un resquicio de luz...

...ese que hasta no queriendo acabamos viendo.

Todavía me cuestiono algunos días de dónde me vendrán las fuerzas, las ganas...
ilusión, qué mal te escondes, siempre te pillo.

Meterse las manos en los bolsillos y mirar cinco minutos a tu alrededor. Ya no vas a arreglar nada, pero ten cuidado... no vayas a romper algo.

Y es que sentirse bien con uno mismo sigue siendo el primer paso para la plenitud; aunque, como siempre digo...sin egoísmo.

lunes, 5 de septiembre de 2011


Con los años, la vida nos llena de grandes motivos para no querer crecer. Debí hacerle caso a mi padre y mantenerme en una edad que no pasara de un dígito para el resto de mis días.

Una de estas razones de peso es mirar con hostilidad a tu alrededor, cayendo en la cuenta de que las personas que te rodean no cumplen las expectativas que diste para ellas; llenando todo de egoísmo y una visión que se centra demasiado en el orgullo y los defectos, que no deja de ser una propia proyección de los nuestros, exigiendo a los demás la mitad de lo que nos exigimos a nosotros mismos... esperando ser correspondidos como nosotros correspondemos o que al menos se interesen por nuestra vida como nosotros nos olvidamos de interesarnos por la suya.

No, no es tan bonito como me lo contaron.

jueves, 1 de septiembre de 2011

First Aid

Necesito hablar conmigo, quizás perdonarme.
Necesito recuperar mi entusiasmo por vivir, dejar este enfado permanente.
Volver a las emociones que me llenan...que me hacen reír con esa risa que tanto me gusta, cuando me cuesta respirar y se me empañan los ojos.
Necesito volver a creer.