Últimamente pienso que todos en algún momento determinado de nuestras vidas somos esas personas que dijimos que nunca seríamos, nos comportamos como tantas veces hemos odiado que se comporten con nosotros y lo peor es que no lo admitimos.
Si asumimos esto como cierto, habría que plantearse pedir perdón más a menudo. Juzgar menos.
PRE-JUZGAR es casi lo más INJUSTO que se puede hacer a una persona, sobre todo porque provoca un cierto sentimiento de odio creado por uno mismo y no por quien lo procesas.
ResponderEliminarAl igual, PEDIR PERDÓN es casi lo más DIFÍCIL que uno se puede plantear, sobre todo porque ADMITIR lo debe preceder.
Al final todo esto, inevitablemente, ya sea por el tiempo o alguna sentencia que estalle, será como realmente es. El que no pidió perdón sabrá que fue orgulloso y que pecó de prejuicioso, a veces demasiado tarde.
Bonita, DISFRUTA de este estupendo pero finito año, ese es mi consejo. PRAGA nunca te juzgará... contará tu historia tal y como es ;)
Un besazo de tu toyaca dublinesa.
Ver la paja en el ojo ajeno suele ser una práctica tan humana como la debilidad que nos define.
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