Después de la tormenta guardaré el paraguas, pero como siempre, cerca de la puerta, pues volverá a llover. A veces mucho, a veces muy poco... pero lloverá, haciendo que los que más saben o creen saber vuelvan a errar con su pronóstico de sequía.
Después de la tormenta saldremos a pasear, a hacer unas compras y a tomarnos un café en esa mesa del rinconcito. Quién sabe, quizás podamos volver a aquella callejuela solitaria que vio nacer unos besos.
Qué relativa es la tormenta. Da miedo, pero es bonita. Después, huele a humedad,
así recordamos que ha llovido; sin embargo, también podemos ver el arco-iris.
Tormentas de verano, de otoño invierno y primavera. Tormentas negras húmedas y secas. Tormentas necesarias para la tierra.
¿Cuándo dejará de llover en mi cabeza?
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