Todavía me cuestiono algunos días de dónde me vendrán las fuerzas, las ganas...
ilusión, qué mal te escondes, siempre te pillo.
Meterse las manos en los bolsillos y mirar cinco minutos a tu alrededor. Ya no vas a arreglar nada, pero ten cuidado... no vayas a romper algo.
Y es que sentirse bien con uno mismo sigue siendo el primer paso para la plenitud; aunque, como siempre digo...sin egoísmo.
A veces sólo acabamos viendo lo que queremos ver.
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