jueves, 20 de octubre de 2011

Me he perdonado por quererte

de esa forma tan sincera que ni debería existir, por lo ciegos que nos vuelve y lo retorcido de su forma... y allí estaba yo, enfadándome conmigo por mis errores, porque a veces tengo la sensación de dar patadas a verdaderos castillos de arena, volviendo a caer en agujeros en los que intentaba encontrar el mar y sólo había piedras...
y hoy he confiado en mí; he sonreído al recordar lo mucho que te conozco y que puedo leerte sin que te dejes. He recordado que los años de camino desde que te conociera han sacado cosas de mí que yo nunca imaginé y me he sonrojado al repasar miradas que han hablado más sabiamente que las mil tonterías que nos decimos a lo largo de un día...
hoy me he perdonado por quererte, porque nadie es perfecto.

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