Madrid, nuestra capital.
Esa ciudad tan bonita a veces infravalorada por parte de unos manchegos que por creerla cercana no se paran a descubrirla en profundidad. Creo que haré visitas algo más asiduas a Madrid próximamente, simplemente, porque perderme sola entre sus calles y paisajes, en su Retiro y mi retiro, me ha traído recuerdos de la vida que Praga me enseñó: la vida del autodescubrimiento. En ella aprendí que estar perdido sin un mal mapa en la mano hace valorar mucho más las llegadas.
Hoy estoy contenta porque Madrid me ha devuelto a mí.
Hoy estoy contenta porque Madrid ilumina los ojos de alguien indispensable; alguien que subido al escenario, consigue demostrar una y mil veces que los sueños, se pueden cumplir.
Sólo hay una cosa que no te perdono, Madrid: que tú también me lo recuerdes ...
En cualquier caso, bienvenida.
ResponderEliminarMuchas gracias Sergio :)
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