Aun deseando terminar ya estas dos semanas de exámenes y biblioteca, en el fondo me resulta agradable el ambiente que se respira en el piso. Porque al fin y al cabo estamos metidos en el mismo barco y eso hace que a partir de las nueve de la mañana haya movimiento, cereales y papeles que se han atrincherado en la mesa del salón.
Tengo ganas de volver a casa...pero es cierto que estos días son más intensos aquí y que todos necesitamos una dosis de rutina para recordar lo que hemos venido a hacer, lo que se supone que será nuestro futuro,ese que hoy ya vivimos.
Vamos a dar el último empujón...merecerá la pena.
:)
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