Hoy tengo uno de esos días en los que necesito escribir para arrancarme las emociones, que diría muchas cosas pero no encuentro la manera de darle forma al contenido.
He pasado por uno de esos momentos de ahogo... es como si hubiese un dolor fantasma...ese que dicen te da cuando has perdido un miembro y el cerebro sigue pensando que está ahí; algo más o menos así me pasa. Me falta algo que sin duda oxigena mi cerebro y me da vida. Algo que me ahoga porque no está...
La verdad es que la atmósfera ha ayudado un poco; caminaba hacia un concierto de navidad en una iglesia y me he visto obligada a atravesar una calle que sólo estaba iluminada por el rojo cielo de nieve, y en la que he compartido trayecto con la pared de un cementerio, donde de cuando en cuando podía a través de las verjas ver las tumbas cubiertas de nieve y las velas encendidas (Trayecto tachado para próximos eventos).
En definitiva, cuando al fin he vislumbrado la iglesia me ha dado por pensar, "María (porque yo cuando me pongo seria me llamo por mi nombre), así es la vida en realidad... miedo, oscuridad, puede que sensación de llevar a alguien siguiéndote en determinados momentos (broma) y luz al final del túnel".
¿Problema? No estabas al final del túnel.
No te encuentro últimamente aquí a mi lado, no te siento.
Sigo esperando una señal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario