He empezado la semana demasiado temprano.
Me he levantado considerando la posibilidad de que a medida que avanza el tiempo nos enamoramos con mucha menos intensidad, parece que sentimos menos y que ser correspondidos o no, poco importa, porque todo eso queda tapado bajo esa vida tan ajetreada que llevamos... bajo nuestra familia, nuestros amigos, una cena, una noche de fiesta o un viaje.
Después he caído en la cuenta de que me equivocaba otra vez. No amamos menos, ni de distinta manera. No nos hacemos de piedra ni nos resbalan las cosas.
Simplemente... somos un poco mejor mentirosos.
No te aflijas, el frío aletarga nuestros sentidos, ya despertará.
ResponderEliminar(Hay que huir de la mentira, en cualquier forma)