lunes, 25 de octubre de 2010

Lunes, Lundi, Monday, Lunedi.

Diviso desde mi ventana el que, me temo, será un escenario típico de los próximos meses (espero que no sea hasta el verano que viene, como casi fue el año pasado). Nubes, viento y frío… Bien, pues hoy no importa. Me encuentro en ese día otoñal en el que a pesar de ser la fan nº 1 del Sol me alegra ponerme la cazadora (no descarto agenciarme un gorrito este año), mi foulard y calcetines gorditos… y es que si las cosas van bien, ésta puede ser una gran semana y cada detalle, merecerá ser recordado.
Aparte de la semana que promete, tenemos el fin de semana que ya ha pasado. Ha sido bastante pleno; me he encontrado con una sensación de felicidad, pero de la de verdad. La risa sin motivo, los saltos y bailoteos (¿Nervios?) sin motivo alguno.
Y ahora estoy asustada.
Es raro, pero me pasa siempre: no me gustan las sensaciones de felicidad plena porque traen “malas rachas”; al igual que una mala racha, trae siempre algo bueno. Todos entramos en ese círculo queramos o no… pero lo cierto es que aunque soy un poco puntillosa, cuando estoy en esos momentos mi cabeza comienza a funcionar preguntándose qué vendrá después.
Ahora sólo me queda rezar para que sólo se trate de un día como el ¿martes? de la semana pasada, cuando mis manos se convirtieron en mantequilla por un día, cuando no di pie con bola, todo se me caía y no me quedó más remedio que reírme de mí para no llorar al más estilo infantil.
Seguiremos informando.




y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido . . .






http://www.youtube.com/watch?v=PYtoTiSoTWo (Descubrimiento del día =) )

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