viernes, 11 de marzo de 2011

Dime lo que soy para ti.

Ven. Siéntate a mi lado y cuéntame qué somos. Dime si ahora eres mi amigo. Dime por qué te acuerdas de mí, cómo me sientes. Cuéntame qué pasa por tu mente al llegar a mi portal, si me sientes respirar.

¿Quieres coger mi mano?

Yo que tanto decía, yo que tanto me quejaba…y ahora que te tengo no sé si malinterpreto. Porque yo conozco esos ojos y esas miradas, yo ahora no sé bien quién eres, ni a qué juegas; pero cógeme, ven. Sabes que estoy aquí, ¿Lo sabes verdad?

¿Me quieres? Yo a ti sabes que no puedo… pero te recuerdo cada día al despertar. Casi podría decir con total seguridad que no he dejado de pensar en ti.

No… yo no te quiero, te extraño. Necesito tus abrazos, añoro tus besos. Quiero pasear y hablar de nada. No te vayas. No te pongas la máscara. Te conozco. Sé en el punto que estamos. A veces creo saber que no vendrás, pero siempre estás ahí.

No me pidas que deje de perder el tiempo, si tú no quieres que te olvide.

2 comentarios:

  1. Sí que te leo todos los días... no necesito comentarte porque ya te veo un día sí y otro también. En 24 horas me da tiempo a contarte muchas cosas, pero si de verdad crees que no son suficientes pasaré también a escribir las que necesites...

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  2. Qué complicados sentimientos.
    A veces puedes pasar de una zancada de querer a añorar, o retroceder también... pero siguen estando separados.

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