Sentirse algo odiado por algunas personas de tu alrededor reconforta cuando hace que tú te sientas bien contigo mismo. Exageremos el término "Odio" para referirnos al estado de saber que hay quien no valora lo que haces, no le gusta, no lo ve como tú y se limita a decírtelo claramente, a tirarte indirectas sangrantes o a ignorarte directamente.
Digamos que en ese estado de ignorancia me encuentro yo ahora mismo: la que yo provoco para protegerme de las cosas que no me gustan: y es que empieza a darme igual que no me llames, que no me hables, que no tengas tiempo para mí o llanamente no me saludes. Hoy sé que yo estoy ahí para cuando quieras ser como eras siempre, hablarme, pedirme ayuda, ejercer de familiar... lo que quieras. No sé bien qué te corresponde.
Creo que me hace bien sentir que no soy como tú. Quizás por eso no merezcas ni una sola lágrima.
Qué bien vienen los paseos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario