Esta semana me ha enseñado que hay tiempo para todo. Para reír, para reír para pasárselo bien, también para reír, para estudiar, para salir, para sentirse bien, para llorar si hace falta y para valorar un poquito todo lo que me rodea, esas amistades que serán eternas, todo lo que de verdad es importante…
Me hace gracia el concepto “importante”.
Importante engloba lo necesario, lo que nos importa, lo que urge o lo que amamos y,
sin embargo, qué diferente es “importante” para cada persona…
Hoy tengo que contarte qué es importante para mí. Hoy tengo que enseñarte qué escondo dentro. Hoy tengo que mostrarme tal y como soy, algo que siempre he intentado, lo que más llevo por bandera…algo muy “importante” sin duda, para mí.
Y de lo que se siembra se recoge. Así que espero ver recompensas pronto o, al menos, ese brotecito verde que te anima a seguir regando…a lo mejor nuestro concepto de importante es totalmente distinto. Pero no importa.
Las sirenas me dan miedo. Las ausencias me entristecen. Me gusta ponerme a escribir cuando siento la misma inspiración que pudiera sentir Mozart con su piano. Aún me asombro cuando veo a los pájaros moverse con esos movimientos tan uniformes, cronometrados y unidos. Me gusta que en los días de invierno el Sol es más valorado que de costumbre.
Pero cada uno, da importancia a lo que quiere.
Y es que si miro bien...detrás de los edificios que se ven desde mi ventana,
hay campo verde.
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