lunes, 3 de junio de 2013

Flood

Inundación. Inundaciones.
El agua que es la vida... la fuerza del agua... la inundación como nuestra vida.

Llueve, llueve y llueve. Y en algún momento, la lluvia deja de ser relajante y agradable; el sonido de las gotas rebotando contra la ventana no te ayuda a dormir sino que empieza a quitarte el sueño. Llevar paraguas ya no es suficiente porque sabes que de todas formas tus pies se van a llenar de barro. El ambiente se empieza a revolucionar cuando cortan las vías de comunicación, ya no hay forma de ir al centro. Y cuando el río no puede más se desborda, la fuerza del agua arrasa con todo, causa destrozos, pérdida pero sobre todo impotencia: la de saber que no se puede hacer nada, que contra eso, no podemos luchar.

Pero después para de llover, sale el sol, se lleva el agua. Es tiempo de regenerar, reconstruir y "reesperanzarnos": ¿No es eso la vida muchas veces?

Lluvia como fuerza de la vida.










Ahora bien:
Me fui a vivir a un piso de Ciudad Real en el que en dos años explotó el calentador y casi se nos viene abajo el techo por una inundación en el tejado.
Me fui a Londres el mismo verano y en la misma fecha de los atentados y consecuentes incendios.
Vine a Praga a presenciar una explosión en el centro mientras me dirigía al centro y ya me caí dos veces en la nieve de un invierno que no parece querer acabar.
Tampoco nos vamos a asustar mucho ahora por cuatro gotas...¿No?






Feliz Comienzo De Semana.

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