sábado, 11 de mayo de 2013

Vino (II parte).

La felicidad de las cosas pequeñas no deja de ser una suerte. No sabía que a dos mil kilómetros podría haber una noche como las de antes, de cena bebida risas y chismorreos hasta que nos entre el sueño. Mi Yang, mi otra visión de la historia, la realidad para el delirio, el ánimo para el desánimo.


Tanta mezcla de pensamientos me ha llevado a un recuerdo de los lunes que comíamos de "taper". Decía Sergio, que así es como lo llamo artísticamente, en uno de nuestros debates, que el hombre de tu vida no tiene que ser aquel con el que compartes los días sino la que por múltiples razones crees que lo es.
Hace justo un año estaba demasiado preocupada por las despedidas: hoy estoy tranquila con los futuros encuentros: Serás mi despedida para volverte a ver.

Hoy es el día, "la última vez".   

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